 La bachata, popular ritmo que a muchos artistas ha dado fama y fortuna, es un género musical que pudiera ser interpretado sin ningunas reservas, tanto por un hombre, como por una mujer. Sin embargo, son muy pocas (para no decir que ninguna), las artistas femeninas que han tenido éxito, tras embarcarse en la grabación de un disco de bachata en solitario.
Con la excepción de Sonia Silvestre, quien en los años 80 trascendió con la incursión de la denominada tecno bachata, la mayoría de las bachateras (alrededor de 20 artistas), no han dado “pie con bola” dentro del denominado ritmo de amargue.
Muchas son las razones que productores, promotores y empresarios, entre otros profesionales de la música, argumentan como causantes del poco respaldo que han tenido las mujeres. Sin embargo, no se explica cómo intérpretes femeninas con las cualidades requeridas, buen manejo, parentesco vocal, condiciones interpretativas y una buena inversión económica, no han trascendido.
Cholo Brenes, dice, en ese particular, que la ausencia de productores artísticos y verdaderos empresarios musicales, ha provocado que no solo la bachata femenina, sino también la música criolla, en término general, se haya quedado varada.
“La mujer no ha tenido sintonía con el público, no sólo en bachata, también en otros géneros musicales. La música criolla en términos generales no ha avanzado para nada. Además, faltan productores y empresarios artísticos”, aseguró Brenes en entrevista con El Caribe.
No obstante, son sobrados los ejemplos de hombres, que son protagonistas de este ritmo, la mayoría con altos reconocimientos internacionales y que hoy amasan una fortuna económica sobre la base de su carrera artística como bachatero.
Para la cantante Susana Silfa (Mariíta), “realmente es un género machista y talvez el problema está en que nosotras las mujeres no tocamos la primera guitarra (el requinto), pudiera ser una de las razones”.
En tanto, que el locutor Aridio Castillo sostiene que “el propio público es quien ha rechazado a las intérpretes femeninas de bachata, quizás por el contenido de sus letras, porque la bachata es amor, desamor y rompe venas”.
Otras de las razones que promotores, como el empresario artístico Carlos Aquino, entienden que han afectado el crecimiento de muchas catantes de este estilo de música popular es que “las mujeres bachateras no se dejan manejar, además quieren cantar lo que a ellas les gusta, no lo comercial”. Mujeres de éxito internacional Sonia Silvestre llegó en la década de los años 80 con su tecno bachata, y con temas como “Quieres dormir” y “El Guachimán”, de autoría y producción musical de Luis Días y Manuel Tejeda; rompió el maleficio de la negativa en intérpretes femeninas de bachata.
Otra de las excepciones, que en este sentido se podría destacar, es Alexandra, que tras la ruptura con el famoso dueto está buscando cómo encomendarse al éxito que disfrutó con Monchy, ahora en solitario. La voz de Alexandra, con su melodía y matices, es la que más se destaca en el otrora ritmo del amargue. (De mis escritos en El Caribe)
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