La carta que dio a Luz un malestar

jueves, 28 de mayo de 2009

Con relación al reprtaje, sobre las "Exclusivas", del periodico El Caribe, realizado por el periodista de espectáculos José Nova.

Señor: José Nova
Redactor Espectáculos El Caribe

Atención: Máximo Jiménez
Editor Espectáculos El Caribe

Distinguido amigo:
Después de saludarle afectuosamente, me permito, con el derecho que me dan las alusiones que se han hecho sobre mi programa y mí persona, referirme a su interesante reportaje sobre el tema de Las Exclusivas publicado este jueves 28 de mayo en la sección de Espectáculos de El Caribe, en el tenor de aclarar ciertas imprecisiones y falsedades, y que atribuidas a la información de ciertas fuentes anónimas requieren de responsables precisiones, no solo para edificar a los interesados, sino para que su excelente reportaje cobre la propiedad que se merece por su esfuerzo y la intención profesional de comunicar y hacer opinión correcta sobre la especie.
No tengo dudas de que la intención se enmarca exactamente en el foco de interés que se especifica en el trabajo.
Sin embargo, por las imprecisiones ya mencionadas, podría recoger también en sus posibles interpretaciones, insinuaciones que podrían distorsionar el espíritu cabal de la modalidad, y, como decía Abraham Lincoln, la verdad es la mejor forma de reivindicar la calumnia, sean intencionales, inocentes o fortuitas. Por ello le escribo, en virtud del trato que siempre me ha dispensado para decirle que en nuestro caso nunca se han barajado las cifras que a usted le confiaron en una exclusiva poco creíble por el anonimato, insinuando además una negociación que todo el que conoce el mercado del espectáculo, no es rentable ni justificable.
En todo caso, le digo además, que siendo la televisión un negocio que presupone además del talento un trabajo esforzado, sino fuera rentable desde el punto de vista comercial no se hiciera.
Claro querido amigo, que las exclusivas son una diferencia, claro, son un arma publicitaria para la competencia, pero nunca desleal, ya que muchos distinguidos productores la hacen, algunos de ellos con más posibilidades económicas que quien le escribe.
Las exclusivas son además un recurso apreciable que presupone tareas que constituyen valores que escapan a lo material, tales como la imaginación, la información, la oportunidad, el sentido común y un equipo de trabajo de profesionales de valía, que secunden y elaboren estrategias que sean viables y correctas.
Pero además, las exclusivas requieren del aprecio, el apoyo y la simpatía del público, y eso, que es el elemento principal, por que las acepta con entusiasmo es realmente la justificación primordial. En ese aspecto, las cifras y valores barajados en su artículo quedan pequeños e insignificantes, se queda corto, porque eso mí querido amigo no tiene precio.
Para los que se mortifican con nuestro programa “Noche de Luz”, el programa de las exclusivas, le reiteramos que seguiremos complaciendo a nuestra audiencia con las mismas.
Comprendemos que haya interesados que no les gusten, que las critiquen enérgicamente porque con ella estén perdiendo vigencia, pero eso es parte esencial de la actividad que desarrollamos. Tratar de distorsionarla con informaciones ficticias, eso sí es una forma artera, pero intrascendente de competencia.
En cuanto a que se trate el tema y nos mencionen eso es importante, nos distingue y nos llena de satisfacción porque reconoce de alguna forma nuestra intención, es más, eso también es otra exclusiva.
Sin otro particular, le saluda afectuosamente,

Luz García

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